Valladolid, 29 de abril 2011.
También deben reducirse los índices para el cálculo del rendimiento neto en el IRPF para los cultivos de los términos afectados por las tormentas e inundaciones de 2010, así como recuperar las medidas horizontales aplicadas en anteriores ejercicios..
Tras la publicación de la Orden EHA/1034/2011, en la que se establece una reducción fiscal a determinadas producciones agrícolas y ganaderas que se vieron afectadas por circunstancias excepcionales en 2010, (caso de climatología adversa o dificultades que impidieron su normal funcionamiento), la Alianza por la Unidad del Campo, que conforman COAG y UPA en Castilla y León, valora las medidas adoptadas en relación a la mayoria de los sectores ganaderos, si bien considera insuficiente el alcance de la citada Orden, ya que ha dejado fuera de las reducciones fiscales a determinados cultivos de importancia para nuestra región así como a la apicultura.
En relación a este sector, existen razones objetivas que justifican que la apicultura reciba el mismo tratamiento que el resto de los sectores ganaderos, dado que el sector sufrió en 2010 una drástica reducción de la producción apícola (miel –50% y polen –70%) por unas condiciones climáticas adversas, caracterizadas por un largo período de lluvias, con intervalos de temperaturas muy bajas, unido a una primavera muy inestable con cortos intervalos de calor. Además, es necesario recordar que la actividad apícola, a diferencia de otras actividades agrícolas y ganaderas, no puede solicitar al Ministerio de Economía la devolución del Impuesto Especial de Hidrocarburos (IEH) del gasóleo agrícola, pese a que los apicultores utilicen en sus vehículos de transporte gasóleo de automoción para el desplazamiento de sus colmenas y las visitas a los asentamientos de sus explotaciones. Asimismo, el “síndrome de despoblamiento” de las colmenas, que sigue haciendo mella en las explotaciones apícolas de nuestro país, con una media de mortandad de colonias de abejas del 25-30% anual frente a una media del 5/10% de mortandad natural, obliga a los apicultores a aumentar la tasa de reposición de enjambres (mayores costes de producción), así como a incrementar el número de colmenas para intentar paliar la importante pérdida de ingresos que este problema estructural les ocasiona.
UPA y COAG consideran necesario que Economía y Medio Rural subsanen esta lamentable omisión de inmediato, e incluyan a la apicultura de nuestra CC.AA. entre los sectores beneficiados de las reducciones fiscales. De no corregirse esta situación, quedaría injustamente discriminada Castilla y León, puesto que, por ejemplo, en Andalucía y Murcia se contempla una reducción del actual módulo de cotización del 0,26 al 0,18 en todos los términos municipales de todas las provincias, así como el 0,18 en algunos municipios de Cataluña y el 0,13 en municipios de Aragón.
Recordemos que la Ley 3/2010, de 10 de marzo, sobre medias para paliar los daños producidos por los incendios y otras catástrofes naturales, establece en su artículo 8º la posibilidad de reducciones fiscales, entre ellas las de reducción de módulos. Si bien entendemos que en parte esta posibilidad fue atendida por la Orden EHA/1059/2010 para el ejercicio fiscal 2009, desde la Alianza habíamos solicitado que fuera de aplicación también para el ejercicio 2.010 por los siguientes motivos:
- En Castilla y León los daños se produjeron principalmente por inundaciones y fuertes vientos durante los meses de enero-febrero de 2.010. Por tanto, los daños soportados corresponden al ejercicio 2.010 (se minoraron los ingresos y se habían soportado los gastos propios de sementera y otros de cultivo). Se minoraron principalmente las cosechas de cereales y maíz, aunque también algunas parcelas de remolacha pendiente de sacar. Por ello, solicitamos una reducción de entre el 50% y el 75% en los índices aplicables para el ejercicio fiscal 2.010, al menos para los cereales en todos los términos municipales de aplicación de las medidas, y que se establecieron mediante el R.D. 344/2.010 de 19 de marzo y órdenes INT/865/2010 e INT/997/2010 (BOE 24 de abril de 2.010).
- Por otro lado, debe tenerse en cuenta que en el sector remolacha las adversidades climáticas motivaron de nuevo interrupciones en la campaña de recepción fabril. Esto confirma que los remolacheros entregaron parte de su producción con elevados descuentos por tara tierra, lo que repercutió negativamente en sus ingresos al tener que hacer frente a costes extras de transporte (ya que, el coste de transporte de todo aquello que no es remolacha corre a cargo del productor). Además, la persistencia de lluvias durante el período de siembras en la zona norte (principalmente en Castilla y León) motivó el retraso en las siembras de más de un mes, lo que ha derivado en que el rendimiento de la campaña 2010/11, cuya recolección comenzó en octubre en 2.010 va a deparar en un rendimiento medio inferior en torno a un 10 % sobre la campaña anterior (2009/10).
Respecto a otras medidas de carácter más horizontal, y justificadas en la imparable subida de los costes del gasóleo y otros insumos de las explotaciones, desde la Alianza se había solicitado el mantenimiento, más allá de la devolución del IEH, del resto de medidas compensatorias que se contemplaron en anualidades anteriores, como por ejemplo, la reducción del rendimiento neto de los módulos en un 5%, la reducción en el rendimiento previo del 35% de los gastos en gasóleo y del 15% en fertilizantes, o el incremento del 5 al 10% en los gastos de difícil justificación en el Régimen de Estimación Directa del IRPF, medidas todas ellas que se recogían en el Acuerdo del Gasóleo firmado en 2005 por COAG, UPA y los Ministerios de Hacienda y Agricultura.
Por último, desde un punto de vista territorial, queremos destacar cierta desigualdad de trato para nuestra CC.AA respecto de otras autonomías. Por norma general, la decisión del Ministerio de Economía y Hacienda se justifica en un informe elaborado al efecto por el MARM, que a su vez se confecciona a partir de los informes remitidos desde las CC.AA. Habida cuenta del limitado resultado obtenido para nuestra comunidad, no podemos por menos que cuestionarnos si desde la Consejería de Agricultura se ha sido suficientemente exhaustivo y consecuente a la hora de realizar este informe o de hacerlo valer ante el Ministerio.