ÁVILA, 30 de marzo de
2015
En el nuevo
escenario, la industria decidirá cuánto se produce, a qué precio, con qué
parámetros de calidad y las zonas de recogida. Aprovechando esta coyuntura, las
industrias están presentando propuestas de contrato con precios muy por debajo
de costes de producción.
Se pone en peligro
la viabilidad de las pequeñas y medianas explotaciones situadas en zonas de
montaña favoreciendo a las grandes explotaciones y principales países
productores de leche del Centro y Norte de Europa.
LA ALIANZA UPA-COAG
ha venido alertando sobre las negativas consecuencias de la eliminación de
cuotas para los ganaderos, que ya se están evidenciando en estos momentos. “De nada servirán las perspectivas de mercado
internacional si nuestros ganaderos se ven obligados a cerrar sus granjas como
consecuencia de la deslocalización que sufrirá el sector en beneficio de
determinadas zonas y países del Centro y Norte de Europa, tal y como apunta la Comisión Europea en sus
informes de impacto. La industria láctea, a través de su defensa de la
eliminación de cuotas, lo única que busca es una leche más barata, aunque para
ello se destruya una parte importante del sector productor español”.
En nuestro país, la
aplicación del sistema de cuotas no se ha utilizado por los diferentes
gobiernos para conseguir una adecuada estructuración del sector ganadero, tal y
como han hecho otros miembros de la UE. De ahí, que cuando se nos plantean las
organizaciones de productores (OP) como alternativa para afrontar este nuevo
contexto con ciertas garantías, surjan grandes dificultades fruto de las
políticas fallidas que se han aplicado.
A un día de la
desaparición del sistema de cuotas (1 de abril), hay industrias que están presentando contratos a ganaderos con un
precio base de 0,28-0,29€/l, muy alejados de los costes de producción medios de
un litro de leche, 0,35€/l. Para cumplir con el nuevo Real Decreto, la táctica
es la siguiente: se presentan ofertas de contratos a un año con un precio base
extremadamente bajo. Si el ganadero lo rechaza, y renuncia voluntariamente a la
duración que obliga la nueva normativa, la industria consigue su objetivo; no
estar atada al productor durante ese tiempo. Si el ganadero acepta, la
industria firma un contrato anual con un precio muy ventajoso para sus
intereses y ruinoso para el productor.
Además, hay
industrias que quieren limitar por contrato la producción de leche al ganadero,
estableciendo cuotas de producción mensuales, en algunos casos un 10% por
debajo de lo establecido hasta el momento ( y con penalizaciones por
sobrepasamiento), al tiempo que están modificando de forma arbitraria los
parámetros de calidad de la leche para enmascarar bajadas de precios.
Ante este
escenario, LA ALIANZA UPA-COAG
reclama al MAGRAMA que se refuerce el Plan de la AICA en coordinación con las
Comunidades Autónomas, aumentado las inspecciones de oficio para vigilar que se
cumplan al 100% las condiciones de contratación que recoge el Real Decreto
lácteo.
Asimismo, la
Consejería de Agricultura y Ganadería debe poner de inmediato en funcionamiento
la figura del mediador, contemplado en la Ley Agraria de Castilla y León, y
hacer valer sus competencias en materia de persecución de la venta a pérdidas y
vigilancia de la calidad de la leche.
No hay comentarios:
Publicar un comentario