UPA Y COAG DENUNCIAN QUE GANADEROS DE VACUNO DE LECHE DE LA COOPERATIVA `EL CAMPO DE SAN JOSE´ DEJAN DE PERCIBIR LOS PRECIOS ACORDADOS CON LACTODUERO.

^{Ávila, 21 de julio de 2011}

LA ALIANZA POR LA UNIDAD DEL CAMPO apunta que los productores han recibido las liquidaciones del mes de mayo con una peseta por litro menos como represalia por su marcha a otra empresa.

La ALIANZA POR LA UNIDAD DEL CAMPO de UPA y COAG denuncia que la empresa palentina Lactoduero ha rebajado de forma unilateral las liquidaciones de la leche entregada en el mes de mayo a diez ganaderos abulenses de la cooperativa `El Campo de San José´, de Casavieja.

Estamos así pues ante una burda represalia emprendida por esta empresa, una vez que los ganaderos comunicaron de manera formal el pasado 17 de mayo que a partir del día 31 del mismo mes dejarían de entregarles la leche por los bajos precios que pagaban.

De forma inmediata, Lactoduero les insinuó la posibilidad de que si ejercían ese derecho se encontrarían con una rebaja en las liquidaciones pendientes de pago, cosa que finalmente se ha producido ante la sorpresa e indignación de los ganaderos.

UPA y COAG denuncian que finalmente ha sido una peseta/litro la que ha dejado de abonar esta empresa a los ganaderos para una entrega total de 375.000 litros durante el mes de mayo. Se da la circunstancia de que esta industria es la que se negó en su día a formalizar un acuerdo escrito a través de contrato entre las partes para que quedara reflejado el precio a percibir por los propios ganaderos.

Estamos, una vez más, ante un nuevo atropello de la industria frente al eslabón más débil de la cadena como es el productor, imponiendo una posición de fuerza que resulta mezquina, en unos casos marcando unos precios ruinosos y en otros, como el denunciado, ejecutando la amenaza de pagar menos si los ganaderos deciden buscar mejores salidas para sus productos.

UPA y COAG se ven en la obligación de denunciar públicamente actitudes de este tipo que resultan una burla inaguantable, y que siempre parten de las industrias presionando indecentemente a los ganaderos con amenazas de no garantizarles la recogida de leche si no asumen sus condiciones, o incluso de recortarles el precio cuando les viene en gana.