Ávila, 29 de noviembre
de 2012
La ALIANZA POR LA UNIDAD DEL CAMPO considera que es
ahora en invierno
cuando prevenir es rentable, puesto que en verano apagar incendios y reforestar
la superficie quemada supone un ingente desembolso económico de las arcas
públicas.
LA ALIANZA POR LA
UNIDAD DEL CAMPO DE UPA y COAG de Ávila propone que sea ahora en invierno,
cuando la Diputación Provincial y la propia Junta de Castilla y León valore la
posibilidad de aprobar en estas fechas un Plan de Empleo Forestal paralelamente
a potenciar la ganadería extensiva para mejorar el estado de nuestros montes.
El Plan de Empleo
Forestal que debería ponerse en marcha en estos meses invernales permitiría
contratar a desempleados rurales para labores de protección ambiental y lucha
contra el fuego que afecta en verano, y por lo tanto en defensa del inmenso
patrimonio medioambiental que tiene esta provincia, a través de trabajos
vinculados con la silvicultura.
Estamos ante una
propuesta valiente en la que se deberían involucrar de una vez por todas las
administraciones públicas a fin de que
ese dispositivo de seguridad permitiese la salvaguarda de nuestra masa boscosa
y medioambiental, y paralelamente sirviese para dar un respiro laboral a
distintas familias rurales que pasan por momentos de dificultad económica.
En el actual momento
de crisis y ante una de las tasas de desempleo más altas de nuestra historia,
desde UPA y COAG de Ávila consideramos que con este Plan el ahorro económico de
las arcas públicas sería enorme si tenemos en cuenta los elevadísimos costes
que generan las tareas de extinción de incendios y la posterior inversión en
reforestar la superficie quemada.
Expertos en la
materia apuntan que el coste de cada hectárea reforestada por incendios
asciende a 2.500 euros, por lo que solo en esta partida la inversión que se ha
tenido que hacer por el último gran incendio de la provincia que tuvo lugar en
Gredos en el año 2009 con 3.400 hectáreas calcinadas de pino resinero, ha
sido de 6,2 millones de euros.
El coste económico
se incrementa aún más si tenemos en cuenta por un lado los trabajos de
mantenimiento en años sucesivos a la repoblación así como los ingentes dispositivos
que se ponen en marcha cada vez que se produce un incendio, y que resultan muy
costosos económicamente hablando. Apagar el fuego de una hectárea de monte
puede ascender hasta los 3.000 euros.
Además están las
repercusiones medioambientales que redundan en el bienestar a todos los
niveles, dado que el proceso de recuperación de montes, una vez calcinados, es
muy lento y en algunos casos puede durar decenas de años.
UPA y COAG recuerdan
que la situación actual se produce debido a la dejadez de las Administraciones
competentes, puesto que las políticas agrarias han fomentado el abandono de la
actividad agraria, y por tanto la desaparición de agricultores y ganaderos de
los núcleos rurales, han eliminado mecanismos eficaces y baratos para la
prevención de incendios.
Por eso, el segundo
pilar de actuaciones sería fomentar la actividad ganadera extensiva, ya que la
continua desaparición de explotaciones está destruyendo el sotobosque y los
montes limpios, aspectos esenciales para prevenir futuros incendios.
Por este motivo, LA
ALIANZA POR LA UNIDAD DEL CAMPO propone que este Plan de Empleo Forestal se
complemente con el apoyo específico a la actividad ganadera extensiva dentro de una política adecuada dirigida a la prevención de incendios.
En este sentido, UPA
y COAG apuntan que sobre los incendios hay que hablar cuando no queman, y por
lo tanto hay que trabajar en prevención, por lo que nos ponemos a la entera
disposición de las Administraciones para hacer propuestas que mejoren el estado
de nuestros montes y entre todos los protejamos frente a esa lacra que sufrimos
todos los veranos.
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