Valladolid, 17 de enero de 2011.
Ante el incremento desmesurado del coste de los piensos, que está arruinando a miles de explotaciones, COAG Y UPA piden a Rosa Aguilar un Plan estrategico que garantice el futuro de las explotaciones ganaderas.
Las organizaciones profesionales agrarias UPA y COAG han remitido a la ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino una carta en la que le informan de la crisis que vive la ganadería en España. El gran incremento del precio de los piensos compuestos, empleados en alimentación animal, ha agravado una situación que, de no resolverse, podría poner en peligro al sector.
El documento enviado a la Ministra, firmado por los Secretarios Generales de ambas organizaciones, Lorenzo Ramos, de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), y Miguel López, de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) demuestra con numerosos datos cuál es el panorama al que se enfrentan los ganaderos. La iniciativa del informe surgió tras el encuentro de ambos líderes con la ministra Rosa Aguilar el pasado 11 de enero.
COAG y UPA consideran fundamental la creación de una mesa de expertos, formada por miembros de las organizaciones profesionales agrarias representativas del sector y del Ministerio, que “analice, debata y diseñe un Plan Estratégico para la Ganadería Española que garantice la viabilidad del sector en el futuro”, afirman.
El nivel de precios de las materias primas básicas para la elaboración de los piensos está llegando a valores cercanos a los registrados a finales de 2007 y 2008, cuando tocaron techo. Esta subida se ha traducido en que el precio de los piensos compuestos se ha incrementado entre 6 y 8 céntimos de euro por kilo, lo que supone una subida de hasta el 27%, según el informe.
“Los ganaderos se ven exprimidos entre los elevados precios de los insumos y los bajos precios en origen al productor”, han denunciado las organizaciones. “Debido a las fuertes posiciones de los procesadores, la gran distribución y las empresas de insumos en la cadena alimentaria, los productores no participamos en la formación del precio ni podemos trasladar costes a lo largo de la cadena alimentaria”, han lamentado.
En España, unas 745.000 personas viven directamente de la ganadería, empleos que estarán en peligro si la situación continúa así y se van cerrando explotaciones, explican desde COAG y UPA. “Los sectores íntimamente ligados a la ganadería (medicamentos veterinarios, genética animal, piensos) también se verán afectados”, señalan.
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