Ávila, 15 de abril de 2011
LA ALIANZA POR LA UNIDAD DEL CAMPO recuerda a la Junta de Castilla y León que lo más justo y social habría sido repartir las ayudas entre todos los activos que cumplían los requisitos, como han hecho en otras comunidades autónomas.
La `Alianza por la Unidad del Campo´ que conforman en la provincia de Ávila las organizaciones agrarias UPA y COAG, denuncian la política de recortes severos de la Junta de Castilla y León en las ayudas para el fomento de sistemas de producción de razas autóctonas en Castilla y León.
El extremo `tijeretazo´ impuesto a la mayor parte de los ganaderos de la provincia supone un daño irreparable teniendo en cuenta la situación extrema en la que se encuentran debido a los precios tan ruinosos que llevan percibiendo desde hace meses.
El hecho de que esta línea de ayudas se reduzca de 5,3 millones del año pasado a los 2,3 millones correspondientes a esta última campaña es sencillamente desproporcionada y muy nociva para cientos de ganaderos `activos´ abulenses que habían adquirido compromisos productivos, medioambientales y administrativos. Además el reparto de las ayudas se ha hecho de un modo muy antisocial porque dos de cada tres solicitudes al ganado autóctono se han desestimado.
En este sentido, UPA y COAG de Ávila ponen como ejemplo a otras comunidades autónomas, donde a pesar de que también se ha reducido sensiblemente los fondos para esta partida, sin embargo el 50 % de las ayudas se han repartido entre todos los ganaderos con derecho a solicitarla, mientras que sobre el 50 % restante de los fondos disponibles se ha hecho una baremación específica, priorizando a los que mayor puntuación tenían.
LA ALIANZA POR LA UNIDAD DEL CAMPO considera que es más justo este sistema y que a nadie se le discrimina, puesto que todos los ganaderos `activos´ con derechos contrastados y que cumplen los requisitos perciben una compensación, y además se prioriza sobre los que más puntuación tienen.
Sin embargo en nuestra región, la Junta de Castilla y León se ha limitado a ejecutar un recorte abusivo, y mientras que en el 2009 esta ayuda la percibieron 1.200 ganaderos, en el 2010 la cifra se ha reducido hasta los poco más de 400 profesionales, cuando lo más correcto sería que todos los solicitantes hubieran tenido derecho a percibir una cuantía, aunque fuera más baja que la de la campaña pasada.
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