UPA Y COAG DE ÁVILA AMENAZAN CON MOVILIZACIONES SI NO SE REVISA EL `CATASTRAZO´ DE LAS COGOTAS

Ávila, 16 de diciembre de 2011

Los agricultores morañegos de la zona de influencia del regadío han recibido incrementos de hasta el 400 % en el impuesto de naturaleza rústica de las tierras respecto a hace un año

La ALIANZA POR LA UNIDAD DEL CAMPO de Ávila, que forman las organizaciones agrarias UPA y COAG, estudian emprender actos de protesta si no se revisa el `catastrazo´ de las Cogotas, por el que los agricultores morañegos de la zona de influencia del regadío se ven obligados a pagar hasta un 400 % más en el último año en concepto de impuesto de naturaleza rústica de las tierras.

Se trata de un varapalo económico injustificado a cargo de Catastro, cuyo único fin es recaudar a costa de las economías de cientos de explotaciones familiares agrarias de la comarca morañega.

Dentro de la concentración de 12.000 hectáreas que se han realizado en los términos municipales de Arévalo, Aldeaseca, Langa, Nava de Arévalo, Gutierre-Muñoz, Orbita y Espinosa de los Caballeros, algunas son parcelas de regadío que ya estaban pagando como tales y cuyo incremento en el impuesto asciende ahora en casos particulares hasta en un 400 %.

Incluso en las parcelas de secano el `catastrazo´ se ha hecho notar hasta el punto de que algunos agricultores han visto incrementado la imposición en un 300 %.

Se da la circunstancia de que hay parcelas de regadío que empezarán a pagar a partir de ahora por encima de los 50 euros por hectárea, cuando estaban pagando antes de la concentración en torno a 10 euros/hectárea, y parcelas de secano que abonaban 3 euros/hectárea ahora se les cargará con 9 euros/hectárea.

Ante esta situación, UPA Y COAG DE ÁVILA, dentro de la ALIANZA POR LA UNIDAD DEL CAMPO, han exigido una revisión catastral con valores reales corregidos, y de no llevarse a cabo esta demanda en próximas fechas, estudiaríamos emprender actos de protesta contundentes porque la situación es ciertamente esperpéntica.

Ambas organizaciones calificamos como bochornoso que en una situación de crisis como la actual se intente presionar aún más a las explotaciones familiares agrarias con cargas impositivas desmesuradas e irracionales. En todo caso, se trata de una situación inasumible para los agricultores morañegos que han comprobado sorprendidos en sus recibos como desde la Administración se vuelve a `apretar las tuercas´ hasta el límite de su rentabilidad a un sector como el primario, muchas veces en el punto de mira a la hora de imponerle políticas restrictivas y antisociales.