UPA Y COAG EXIGEN A LA JUNTA DE CASTILLA Y LEÓN HACERSE CARGO DE LAS OBRAS QUE CORRIJAN LAS DEFICIENCIAS DEL REGADÍO DE LAS COGOTAS

Ávila, 11 de enero de 2012

LA ALIANZA POR LA UNIDAD DEL CAMPO DE ÁVILA espera que la Comunidad de Regantes acuerde en la asamblea del viernes día 13 solicitar a la Consejería de Agricultura que subsane la graves deficiencias del regadío en los sectores 1 y 4.

UPA y COAG de Ávila, dentro de la ALIANZA POR LA UNIDAD DEL CAMPO, ya solicitaron en el pasado mes de agosto a la Consejería de Agricultura que se corrigieran las graves deficiencias aparecidas en varios tramos de la red de distribución de agua, en los sectores 1 y 4 con tan solo un año de funcionamiento.

Nuevamente la UNIDAD DEL CAMPO DE UPA y COAG vuelven a exigir a la Consejería de Agricultura que afronte las inversiones que deben llevarse a cabo en la conducción del regadío de las Cogotas, concretamente en los sectores 1 y 4, ya que con anterioridad y con tan solo un año de funcionamiento se han producido infinidad de roturas en la conducción de agua en estos sectores, lo que ha determinado que se hayan perdido un número importante de días de riego al tener que realizar obras de sustitución de varios tubos, debido al desgaste inusual producido y no soportar la presión necesaria para efectuar un riego adecuado a la demanda.

Estas averías en la conducción del agua no solo retrasan los riegos de los cultivos, sino que al romperse los tubos se desperdician millones de litros de agua produciendo graves daños en los cultivos debido a los arrastres que provocan los ríos además de costes que conlleva la reposición de tuberías.

La sustitución de estas tuberías por otras adecuadas a las necesidades de esta infraestructura, podrían suponer un coste cercano a los dos millones de euros que los regantes no están dispuestos a pagar, ya que los problemas de roturas no se deben al desgaste por el uso, si no a un calculo inadecuado o a una mala planificación y ejecución de las obras. No es admisible que un regadío moderno planificado y proyectado por personal especializado como es este, se convierta en una chapuza por no haber ejercido con responsabilidad una vigilancia del buen desarrollo de las obras, acarreando un coste inasumible para los regantes.

Los agricultores no somos los responsables de recibir una obra con estas graves deficiencias sino de quien las adjudicó, ejecutó o supuestamente las supervisó, por tanto es a la Junta de Castilla y León a quien le corresponde asumir esta modificación con todas las garantías del buen funcionamiento como ocurre en otros regadíos de Castilla y León.